Hijo mío, algún día las hojas de los libros caerán como hojas secas y los libros se irán como agua, la imaginación se evaporará y te resguardarás en las fantasías que escribe alguien más para salir de la realidad que atormenta tu vida, las risas se convertirán en lagrimas saladas y entonces, entonces conocerás el amor.
Así dijo mi padre o por lo menos debió decirlo.