Caras traslapadas y brazos endebles,
lágrimas mezcladas y berreos indistinguibles,
amores pasados o tal vez aún hirientes
que acompañan dolores olvidados y a la vez constantes.
Heridas que solo se unen por sangres semejantes,
lunares tangentes
o canciones penetrantes.
Al saldar cuentas solo quedan las palabras:
Amar duele
y olvidar es solo una obnubilación breve
que se diluye en una boca seca
al lado de una cruda punzante
y un recuerdo calante.
Y al final solo lápidas frías leen:
Todo valió la pena.
lágrimas mezcladas y berreos indistinguibles,
amores pasados o tal vez aún hirientes
que acompañan dolores olvidados y a la vez constantes.
Heridas que solo se unen por sangres semejantes,
lunares tangentes
o canciones penetrantes.
Al saldar cuentas solo quedan las palabras:
Amar duele
y olvidar es solo una obnubilación breve
que se diluye en una boca seca
al lado de una cruda punzante
y un recuerdo calante.
Y al final solo lápidas frías leen:
Todo valió la pena.